A manera de Reflexión…
 
Como maestro he recibido el encargo de formar al ser humano, formarlo para la vida- formarlo para el trabajo, proceso en el cual está implícito el sentido vocacional que vivo, el convencimiento  personal  que hace merecedor de este nombre a cada maestro.
 
Impregnar al estudiante desde un saber científico, un saber cultural, un saber social y un saber espiritual se convierte en el anhelo más grande que tengo, cada día busco  convencerme de que en mis manos está no un ser corriente, sino todo un pueblo, toda una nación, el futuro del mundo.
 
El maestro no es maestro cuando no es capaz de tocar el espíritu, de impregnar el alma con el mayor de todos los aprendizajes: APRENDER A VIVIR LA VIDA BIEN, y por eso me aferro a la idea de que mi labor es espiritual y no material. “Las luchas del alma sólo se ganan cuando se levanta la bandera blanca”  
 
No hay más elementos que evidencien mi labor como maestro sino la esperanza de ver un país con gente formada, con “personas”  que pueden vivir bien en compañía de los demás, personas que hayan adquirido el compromiso de la convivencia social. Personas que hablen diferente, piensen diferente, huelan diferente, se vistan diferente y se vean diferente...por que son educadas, porque han sido tocadas por las manos de un  maestro.”
 
Es aquí donde mi propuesta pedagógica TEJEDORES DE SUEÑOS, cobra vida,  surge a partir de mi deseo personal de no morirme anhelando, ¿anhelando qué?...anhelando llegar a mis estudiantes con el corazón, anhelando impregnar al otro de alegría y ganas de vivir, anhelando ver los frutos de la semilla sembrada, anhelando ser un tejedor de ilusiones, anhelando...y anhelando.
 

“Perdurar en el tiempo y en el espacio implica vivir impregnando al otro, quedar grabados en su memoria, sellar su corazón con nuestros pensamientos y la única opción es escribir. La escritura prolonga nuestra existencia,TEJEDORES DE SUEÑOS, es la prolongación de aquellos soñadores que se han atrevido a plasmar sus ideas, su vida personal e institucional en un papel.

Esta es mi propuesta, nuestra propuesta comunicativa, una unión de espíritus laboriosos compartiendo espacios de creación y análisis de nuestra realidad.

Cada mensaje un aporte, cada idea una opción de análisis, cada hoja una reflexión para la vida, para crecer juntos como institución MIRAFLORENSE”.  Manuel José Restrepo Triana.